Si nunca has tenido la sensación de que te duele todo el cuerpo o pequeñas punzadas en alguna zona que te dura varios días, o te duele alguna parte cuando te tocas, es que no eres humano.
Desde los niños hasta los abuelos sufrimos de diversas dolencias que se debe a que hemos forzado en algún momento el sistema muscular bien por una mala postura, coger exceso de peso, pasar una racha de estrés donde nuestros músculos se contraen como reacción defensiva, o cualquier otra actividad.
Obviamente podemos recurrir a los socorridos analgésicos, que como todos sabemos tienen a la larga efectos secundarios descritos en su prospecto, pero que en algunos momentos nos salvan la vida, pero también podemos utilizar remedios naturales que nos producen una sensación de bienestar.
Desde que aparece el dolor y durante los siguientes 3 días es conveniente aplicar 15 minutos de frio para bajar la inflamación y el dolor y a continuación aplicar calor a través de una bolsa de agua o bolsa caliente de semillas en la zona de dolor, sobre todo si se ha producido por un tirón o contractura como un esguince de tobillo.
Cuando el dolor es muy generalizado, te calmará darte un baño de agua caliente con aceites esenciales de buena calidad y relajantes como la lavanda, romero o menta durante el tiempo que el agua tarda en enfriarse.
También puedes aplicarte una crema homeopática antinflamatoria como Traumel, o aceite de árnica, menta o hipérico, ejerciendo un poco de presión sobre el musculo dolorido y realizando un masaje rotatorio.
Los dolores musculares también se producen por un déficit de nutrientes como de magnesio, selenio, vitamina B1 que puedes ingerirlos en forma de suplementos o aumentar alimentos que lo contengan como los frutos secos, proteínas como carnes magras, pescado azul, legumbres, huevos y lácteos.
Es importante hacer reposo las primeras 24 horas y luego ir moviéndote poco a poco para evitar que se atrofie el musculo.
