Qué son las terapias holísticas
Existen muchas terapias holísticas, métodos de sanación y tratamientos, con diferentes opiniones sobre su eficacia. Cada uno de nosotros tiene un sistema único de energía, una huella energética personal, por lo que la mejor terapia es la que funciona con uno mismo. Si quieres más información sobre el concepto, puedes leer esta entrada.
Hay una gran diversidad de técnicas y herramientas encaminadas a restablecer el flujo de nuestro sistema energético y la mayoría de las personas pueden aprenderlas y practicarlas con facilidad. Por lo tanto, todos tenemos la capacidad de generar cambios en nuestra energía y también facilitar este proceso en los demás.
Nuestro organismo se compone de una parte visible que es el cuerpo y una invisible formada por canales, centros energéticos y la capa protectora que los contiene. Este sistema energético invisible es el que nos mantiene en armonía en el nivel mental, emocional, físico y espiritual.
Tipos de terapias holísticas
A grandes rasgos se pueden mencionar las terapias más adecuadas para tratar bloqueos energéticos en los diferentes niveles:
- Espiritual: cromoterapia, sonoterapia, aromaterapia
- Mental: cristales, afirmaciones, visualizaciones
- Emocional: esencias florales, EFT, psicología energética, técnica metamórfica
- Físico: acupuntura, par biomagnético, alimentación energética, auriculoterapia
Cuando existe alguna dolencia en uno de los niveles, el sistema energético se resiente y si no se remedia, con el tiempo afecta a nuestra salud física.
El sistema energético
La medicina tradicional trata la enfermedad desde los síntomas en el cuerpo físico. Las terapias holísticas (alternativas o complementarias) tratan la enfermedad desde el sistema energético, también llamado sistema sutil del ser humano, que es donde se origina la causa de la enfermedad física.
Casi todas las terapias holísticas se basan en una de las dos corrientes orientales más importantes: la Medicina Tradicional China y la Medicina Ayurvédica.
El sistema tradicional hindú habla de siete centros energéticos o chakras, similares a unos pequeños motores que distribuyen energía a todo el organismo. El cuerpo atrae la energía de la luz a su interior y actúa como un prisma: divide la luz en siete rayos de energía de color. Estos rayos se almacenan en los siete chakras, que la distribuyen a través de unos canales energéticos llamados nadis (meridianos en MTC) para suministrar fuerza vital al cuerpo.
La filosofía de la MTC sirve de base a muchas de las terapias holísticas modernas. Su comprensión profunda puede ayudar a prevenir muchas enfermedades y complementa la práctica de la medicina alopática, hasta llegar a una fusión de ambas. Esta nueva medicina integradora podría llegar a ser la medicina de la energía sutil del futuro.
El aura se compone de la energía electromagnética que emana nuestro cuerpo físico, nuestros chakras y nuestros meridianos. Cada uno de ellos tiene un papel importantísimo en nuestro bienestar, ya que regulando la energía que fluye a través de nuestro sistema energético nos mantenemos en armonía en el nivel físico, emocional, mental y espiritual. Cualquiera puede sanar. Cualquiera puede aprender a administrar energías que aceleren y faciliten el proceso de sanación. Y esto se puede hacer física, emocional, mental y espiritualmente.
Quién puede sanar
La sanación siempre llega desde el interior. Es la persona la que se sana a sí misma. Puede que haya un catalizador, un ayudante para recargar el sistema, pero la sanación debe venir del interior. Igual que en la parte superior de los pórticos de los antiguos templos, no había más que cuatro palabras: conócete a ti mismo.
La enfermedad es un reflejo de la falta de armonía en los niveles energéticos y trae con ella un mensaje de necesidad de cambio. Si los desequilibrios no se corrigen en estos niveles, acabarán manifestándose como enfermedades en el físico, por eso parece que mantener la energía en armonía es la mejor medicina preventiva que uno puede realizar, ya que los desequilibrios pueden disolverse antes de llegar al nivel físico.
Ciertamente, cada vez más, los estudios científicos avalan lo que los sanadores y místicos orientales han postulado desde hace siglos y es que toda enfermedad física tiene un origen emocional, mental e incluso espiritual y esto se refleja primero en nuestro sistema energético. Por ello, si mantenemos en armonía y en equilibrio nuestro sistema energético estaremos realizando una medicina preventiva.