No puedo desayunar ni bollería ni pan blanco, porque realmente no me sienta bien y encima engordo, pero he descubierto un desayuno riquísimo que, además de no engordar, me sienta estupendamente.
Una vez a la semana me hago 3 patés vegetales, que voy intercambiando a lo largo de la semana.
El primero consiste en abrir un bote de pimientos del piquillo, echarlos en la minipimer junto con aceite de oliva virgen extra y un poco de sal rosa del Himalaya, batir y listo. No te confundas con pimientos morrones, porque no está nada rico.
El segundo, haces lo mismo, pero con una lata de alcachofas.
Y el tercero, con dos o tres botes de espárragos trigueros. El número de botes depende de la cantidad que quieras hacer, pues suelen ser botes pequeñitos.
La versión ligeramente más económica es hacerlos con aceite de girasol y sal normal y está igual de rico, aunque un poco menos sano.
Estos patés los puedes untar en un sinfín de opciones de cereales sin gluten como tortas de arroz integral, de maíz, de arroz con quinoa, de trigo sarraceno….
En fin, desayuno o merienda rico, rico, sano, sano y que es más que apto para dietas por su bajo índice glucémico y calorías.