Vivimos en época de incertidumbre, porque todo va muy deprisa y todo es nuevo. Adaptarse a los cambios es lo que se conoce como resiliencia, y cuanto más flexibles seamos, mejor lo llevaremos.
Para apreciar lo nuevo hay que saber gestionar el miedo a lo desconocido. Nuestro nivel de desconfianza aumenta cuanto mayor es nuestro desconocimiento ante una nueva realidad.
Escucha a las personas que piensan de forma distinta a ti e intenta ponerte en su posición, es posible que aumentes tu zona de confort.
Practica mirar la vida con los ojos de un niño que solo siente curiosidad por lo nuevo en vez de juzgar y criticar lo que es desconocido para ti.