LA ENERGIA SANADORA DE LOS ARBOLES

Energía sanadora

Los árboles son fuente de energía, salud y sanación. Son grandes maestros sanadores que nos muestran cómo vivir la vida con elegancia, conexión y una buena base. Ayudan a mover la energía porque están conectados con la tierra y sirven de canal para esa energía. Esta es una definición objetiva de los árboles.

Para que un árbol sobreviva debe tener unas fuertes y solidas raíces,  bien arraigadas en la tierra, mientras que sus ramas y hojas crecen para alcanzar el aire y el sol. Si no está bien enraizado, cualquier viento fuerte puede hacerlo tambalearse hasta caer, pero si está fuertemente anclado y a la vez es flexible, podrá soportar cualquier inclemencia. Es una combinación de fuerza enraizada y flexibilidad.

La simbología parece clara: los seres humanos debemos tener los pies firmes sobre la tierra y la cabeza en el cielo para superar las pruebas de la vida.  De no ser así, es muy probable que andemos sin rumbo ante las diferentes circunstancias emocionales que nos depara la existencia.

Los árboles nos brindan su energía para sanar nuestras enfermedades y sufrimientos emocionales y es por lo que se recomiendan los paseos por entornos naturales, donde podemos entrar en contacto con esta energía fácilmente. Si te interesan las terapias holísticas, mira este curso.

Una terapia que se ha hecho popular en los últimos años,  a veces en tono de broma, es la de abrazar árboles. Hay que elegir bien el árbol al que abrazar, cada variedad tiene su propia energía, adecuada para trabajar temas específicos.

 

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Tipos de árboles y tipos de energía

Vamos a ver la energía con la que trabajan algunos de los arboles que podemos encontrar con mayor facilidad.

Manzano: simboliza la sanación, el amor y la belleza. Es un excelente detoxificador, elimina toxinas y proporciona energía espiritual. También puede transformar las emociones negativas.

Fresno: simboliza la fuerza y un profundo conocimiento de la unión de todas las cosas. Une pasado, presente y futuro y el ciclo continuo de nacimiento y renacimiento. Promueve la armonía y el sentimiento de estar sintonizado. Aporta flexibilidad y seguridad.

Álamo: es un poderoso transmutador de energía negativa. Puede liberar de una congestión energética para que comience el proceso de sanación.

Cedro: reduce la agitación limpiando el cuerpo físico y trae un soplo de aire fresco a cualquiera que se resista a los cambios. Clarifica los mensajes del ser superior y del universo y envuelve en un halo de paz.

Haya: ayuda a liberar la mente de limitaciones y ayuda a reconectar con el propósito de vida. Proporciona autoconfianza, esperanza y una forma asertiva de expresión. También ayuda a relajarse y a liberar situaciones traumáticas.

Castaño: armoniza el flujo energético y ayuda a suavizar la ansiedad causada por las diferencias de opinión con otras personas. Como es muy enraizador, ayuda a promover la claridad mental, la intuición y la paz interior.

Abedul: simboliza los nuevos comienzos. Es un gran árbol sanador que proporciona la habilidad para experimentar belleza y tranquilidad. Ayuda a ser tolerante con uno mismo y los demás. Es excelente cuando hay dificultades de expresión.

Arce: es un árbol de equilibrio. Cuando entramos en contacto con un arce, nos volvemos más seguros de nosotros mismos y también más tranquilos.

Sauce: enseña a tomar control del propio destino. Es particularmente bueno para liberar el descontento con uno mismo y los demás. Como está asociado fuertemente con el agua, también fortalece la intuición e inspiración.

Roble: es quizás uno de los arboles mas honrados por sus dotes de sanación y en tiempos remotos se le consideraba el padre de la raza humana. El rey del bosque, se dice que las raíces del roble se expanden en la tierra igual que sus ramas lo hacen hacia arriba, convirtiéndole en un símbolo de “lo que es arriba es abajo”. El roble simboliza la energía de crecimiento de la tierra,  la realeza y la fuerza de la verdad.

Pino: proporciona la energía del sol. El pino reduce el estrés, mejora la respiración y tonifica el cuerpo.

Avellano: es un árbol de inmortalidad y sabiduría. Puede ayudar a desarrollar la creatividad, al mismo tiempo que inspiración y orientación interna.

 

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Abrazar un árbol

Paseando por un bosque o un parque, podemos distinguir diferentes variedades de árboles. La manera de elegir el árbol al que abrazar es la siguiente: permanece en silencio y cierra los ojos. Toma un par de respiraciones profundas y deja ir todos los pensamientos de tu mente. Permite que tu consciencia recorra tu cuerpo y se asiente en tu chakra corazón. Con los ojos abiertos, pero desenfocados, empieza a andar alrededor de los arboles.  Si estas relajado, deberías sentir la energía de cada árbol al entrar en contacto con su aura. Cuando encuentres una energía que te haga sentir bien, saluda al árbol y preséntate. Luego pídele permiso para entrar en contacto con él y abrazarlo, si lo consideras oportuno. Siente la energía resonando dentro de ti. Permanece en contacto con el árbol todo el tiempo que desees y cuando hayas concluido, dale las gracias por haber compartido su energía y despídete. Aprende aquí acerca de los chakras.

A los árboles les gusta interaccionar con los humanos, por lo que disfruta de su disposición y energía todo lo que quieras, siempre que quieras.

 

 

 

 

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