A estas alturas la gran mayoría de las personas, ya saben que TODO está hecho de energía que vibra a diferentes frecuencias (ritmo).
Existen frecuencias coherentes, que nos ayudan a equilibrarnos, y energías disonantes, que expuestos durante un tiempo más o menos largo, dos desequilibran.
Las energías que nos pueden ayudar a volver a nuestro estado de bienestar pueden ser emitidas por una infinidad de instrumentos.
Cuanto más sencillo es su uso y asequible a nuestros bolsillos, mejor resultados nos darán. En concreto me refiero a los diapasones, cuencos tibetanos, cuencos de cuarzo y voz.
Este mes, sale a la venta un libro muy práctico titulado EL SONIDO QUE SANA donde de forma sencilla y fácil, te da las pautas de cómo utilizar estos instrumentos y aprovecho para decirte que soy co-autora junto con Mª del Socastro González.
¡Espero que te guste!