La utilización del sonido como medida de sanación para el ser humano es tan antigua como el hombre. Escritos sobre esto, los podemos encontrar en las culturas de todo el mundo, como la tibetana, la hindú, los indígenas americanos, entre otras…
Cada vez con más frecuencia encontramos estudios científicos que nos demuestran la influencia vibracional que ejerce el sonido. La física moderna nos enseña que lo que hace diferente la materia de la energía es exclusivamente su nivel de vibración, es decir, su frecuencia, por ello el sonido tiene el poder de modificar la materia, especialmente cuando se le imprime intencionalidad y dirección. Sobre esta idea podemos destacar la sabia formula de Jonathan Goldman:
FRECUENCIA+INTENCIÓN: SANACIÓN.
Se ha demostrado que el empleo del sonido combinado con la intención hace que se eleve la vibración del sistema celular humano, ó dicho de otro modo más coloquial, “Eleva nuestro nivel de frecuencia energética”. Este índice de vibración elevado crea mayores espacios entre las células evitando que las energías negativas se adhieran al cuerpo humano.
Ante esto debemos recordar que el poder de modificar nuestra energía esta en nosotros, todos tenemos una maravillosa voz que nos acompaña y que es el instrumento musical más completo, e incluso se afirma en términos terapéuticos que es el más poderoso y antiguo que existe.
Nuestra voz nos comunica con nuestro mundo interior y exterior manifestando nuestra esencia más pura e intimidad. A través de ella nos comunicamos y expresamos, liberamos emociones, convence, enamora, libera y conmueve…es un instrumento muy poderoso capaz de transmutar el dolor y el sufrimiento en un bienestar radiante.
Junto a nuestra voz podemos escoger maravillosos instrumentos que nos ayuden a encontrar este estado de bienestar como son los cuencos de cuarzo, los cuencos tibetanos o los diapasones. Su ayuda en muchas ocasiones es necesaria, ayudándonos en el camino de la sanación y del conocimiento interior.
Descubramos este maravilloso mundo sonoro que todos poseemos y que nos rodea.
Namasté.
María del Socastro González Lozano.
Mezzosoprano lirica. Sonoterapeuta y terapeuta de Reiki Unitario.
