El mensaje de los aceites esenciales
El perfume del sándalo y el aroma de la rosa y el jazmín viajan a la velocidad del viento. Sin embargo, la fragancia de la bondad viaja con nosotros por todo el mundo.
Buda
Nuestro sentido del olfato es un disparador de emociones. Los olores se registran en nuestro cerebro y reaccionamos según lo percibimos. La fragancia de una flor puede estar asociada a olores que van acompañados de sentimientos y emociones. Así enlazamos pensamiento, sentimiento y energía.
Al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico, es decir que detecta compuestos químicos en el ambiente. Pero hay una diferencia fundamental: el sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto.
Es el sentido más fuerte al nacer: es la manera que tiene el bebé para reconocer a su madre. Las mismas zonas cerebrales que reciben la información (sistema límbico e hipotálamo), son responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos. También almacenan los contenidos de la memora y regulan la liberación de hormonas.
Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Más tarde esta información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.
Así pues, trabajando con ellos podemos ver como nos transportan a lugares que la memoria ni siquiera sabía que tenía almacenados. Nos conectan con recuerdos que creíamos olvidados y nos permiten “repasarlos” con la posibilidad de limpiarlos y rehabilitarlos, de rescatar lo positivo, de aprender un mensaje que en su día nos pareció oculto.
Con los Aceites Esenciales no es necesario saber, solo es necesario sentir, percibir, dejarnos llevar hacia donde esa parte no consciente y razonable de nuestra mente quiera ir y ver que información quiere darnos. Es un viaje fascinante a través de uno de nuestros sentidos más primitivos y seguros.
Los Aceites Esenciales tienen la capacidad de tocar el centro del alma y llegar al nivel más profundo e inconsciente de la mente y así disolver viejos patrones emocionales.
Las cualidades energéticas de los aceites esenciales desempeñan un papel importante en la estimulación de los cuerpos electromagnéticos del cuerpo para activar el proceso curativo natural. La conciencia superior siempre se deja llevar por colores, sonidos y fragancias debido a sus cualidades curativas vibratorias.
El significado que damos a algo conforma nuestra actitud hacia ello. Por esa razón no necesitaremos el mismo aceite esencial para personas que pasen por experiencias parecidas.
Las enfermedades físicas y el estrés suelen tener una base emocional. Cada persona tiene una forma personal y única de experimentar su mundo interior. Por tanto, sus respuestas emocionales variarán.
Y lo único que necesitamos es aprender a oler, dejarnos llevar y con la colaboración estelar de los mejores Aceites Esenciales, destilados con el máximo mimo, conseguiremos que su mágico mensaje llegue hasta nosotros.
