En las culturas orientales, principalmente la hindú y budista, los mudras se han utilizado durante siglos para sanar y por ello muchos de sus Dioses son representados con gestos específicos de sus manos, pues se cree que efecto sanador son trasladados a las personas que rezan y meditan frente a ellas.
Pero también nos podemos beneficiar de los mudras realizándolos nosotros mismos. Nuestras manos y dedos contienen puntos energéticos que cuando son ligeramente presionados por nosotros mismos durante un tiempo que puede ir de 7 minutos a 21, se activan determinados canales energéticos restableciendo nuestra salud a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
Existen muchos mudras pero los más conocidos por su corroborada eficacia, rondan alrededor de los 60.
Existe un mudra para cada tema que quieras trabajar o mejorar y recomiendo los libros escritos por Gertrud Hirschi y también el kit de cartas de mudras que publicó en el 2004 donde viene una buena explicación de los beneficios de cada uno de los mudras, como colocar las manos y dedos y la respiración más adecuada.
Uno de los mudras mas conocidos es el que mostramos en la imagen y que potencia la paz interior.
Frota tus manos suavemente y masajea cada dedo. Ahora coloca tu dedo pulgar encima de tu dedo índice formando un círculo y extiende sin rigidez tus restantes tres dedos.
Inhala y exhala rítmicamente manteniendo este mudra, durante un mínimo de 7 minutos y ya me contaras como te sientes.