Nuestro mundo está gobernado por símbolos, que tiene mucha más influencia en nuestro inconsciente del que nos podemos imaginar, con lo cual no es de sorprender que el conocimiento del poder de los símbolos se haya guardado celosamente en el pasado para ser utilizado por las clases gobernantes y transmitido como un conocimiento secreto, y muchas veces sagrado.
Uno de estos símbolos super poderosísimos, es el símbolo del infinito que también se le conoce como el ocho tibetano, el ocho tumbado o lemniscata que es como lo denomino el matemático suizo Jacob Bernoulli en el siglo XVII, y es el símbolo de lo eterno, pero también es el símbolo de la fusión de la dualidad y de todo lo que esta polarizado aquí en la Tierra.
Contiene la ambivalencia de lo masculino y femenino, de lo que está arriba y abajo, del yin y yang o lo de adentro y lo de afuera.
El símbolo consiste en dos bucles entrelazados como el nº 8. Simboliza lo absoluto y lo eterno, sin comienzo y sin final. Contiene en sí mismo el movimiento eterno y por ello representa el desarrollo continuo y el equilibrio de todas las dualidades.
Desde el punto de vista espiritual, el 8 es el número del iniciado, una persona que ya ha pasado por los 7 estados hacia la iluminación y ha cruzado los 7 cielos. Al ocho también se le relaciona con el poder de la resurrección y regeneración y representa el poder de la felicidad y el paraíso reconquistado.
Desde que somos concebidos, experimentamos un mundo polarizado. Experimentamos la separación a edades tempranas y la distinción entre tu y yo, mientras nos damos cuenta de las cosas que “no son yo”.
Durante nuestros años de educación como niños, formamos opiniones y aprendemos a distinguir entre bueno y malo, correcto e incorrecto. Empezamos a analizar muy pronto y a reconocer la dualidad en muchas cosas de nuestra vida diaria.
Aprendemos a tomar decisiones y a decir sí o no. Si y no pertenecen juntos, ninguno es posible sin el otro. Cuando decimos sí a algo, sabemos que, haciéndolo, estamos decidiendo en favor de algo y al mismo tiempo en contra de otra cosa.
Esta unidad conforma un todo completo, y reconociendo su naturaleza holística nos acerca a nuestra propia unidad y a nuestra integridad y salud.
La vibración del símbolo del infinito tiene una frecuencia que estimula la unidad y la ayuda a desarrollarse. Cuanto más estamos en contacto con esta vibración, más beneficios es para equilibrar nuestras polaridades internas. La lemniscata nos ayuda a conciliar la dualidad y encontrar la armonía.
La vibración del símbolo traerá acción, materialización, equilibrio y eternidad a lo que sea importante para ti.
Los símbolos contienen la energía de lo que representan. Cuando utilizamos diferentes símbolos, estamos emitiendo una llamada al campo energético que nos rodea, que nos enviará la respuesta apropiada. La naturaleza infinita del símbolo del infinito puede beneficiar enormemente nuestro desarrollo personal, emocional, cognitivo, físico y espiritual.
Nuestras células empiezan a vibrar y resonar con la información contenida en el símbolo y nos guía hacia una nueva sabiduría más profunda y consciente.
Nos experimentamos a nosotros mismos como seres eternos, con medios infinitos para expresar nuestra individualidad.
La dualidad no se percibe como una limitación de nuestro potencial sino como un elemento favorable de capacidad infinita de crecimiento.
El símbolo nos recuerda que hay un plan para nuestra alma, para encontrar el camino de regreso a la unidad, pero que pasa por desarrollarnos en la dualidad. Tenemos la fortaleza y valentía para vivir nuestras vidas en armonía equilibrando la parte femenina y la parte masculina dentro de nosotros.
El propósito en nuestra encarnación terrestre es el de seguir el camino de la vida y del amor incondicional, aprendiendo a no juzgar, a equilibrar la dualidad pues esto crea unidad y sanación dentro de nosotros.
Puedes hacer que el símbolo esté presente en tu vida de muchas formas:
- En forma de joya en tu cuello, pendientes, pulsera o anillo
- Una estructura de arcilla, porcelana, hierro o del material que desees
- Un dibujo, pintura o similar en un cuadro, camiseta, prenda de vestir
- Dibujando una y otra vez cuando estés estresado
- Energizando el agua poniendo el símbolo debajo de la botella de agua de cristal o moviendo el agua en forma de símbolo con una cuchara
¡Utiliza la energía femenina de la creatividad para incorporar este símbolo a tu vida!